La relación entre el cielo y la tierra #2
Relationship between heaven & earth #2
Hola a todos,
Estoy compartiendo acerca de la relación entre el cielo y la tierra para que se anime.
Me gusta oír la perspectiva del Padre y del Señor porque la realidad de renovar la mente es en verdad el proceso en el cual empezamos a pensar como Él y vivir por medio de Su perspectiva sobre las cosas. Esto significa que, al aprender el punto de vista del cielo, ajustamos nuestra forma de pensar como corresponde, y por consiguiente, cuando algo aquí en la tierra nos toma por sorpresa, podemos traer de nuevo a la memoria el punto de vista del cielo.
El Espíritu Santo es un testigo ocular
En el día de Pentecostés registrado en Hechos 2:25-32 (RVR 1960), Pedro dijo que el rey David vio la resurrección de Jesús algunos 1.000 años en el futuro: “... David dice de él… viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo…”, y en Hechos 5:32: “Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo…”.
De esta forma funciona el cielo - el Espíritu Santo es el vínculo entre el cielo y la tierra, y sabe lo que está sucediendo en ambos reinos. La manera en que mostró a David la resurrección de Jesús 1.000 años en el futuro es la misma manera en que le muestra a usted algo acerca de su futuro. Él es un testigo presencial, tanto de los eventos aquí en la tierra como de los eventos en el corazón del Padre, ¡incluso si esos eventos ocurren 1.000 años en el futuro!
Jesús dijo en Juan 16:13 (RVR 1960) acerca del Espíritu Santo: “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir”.
Y por esta razón, no hay oraciones dirigidas al Espíritu Santo en el Nuevo Testamento, (no es bíblico hacerlo, sin importar lo que dice o escribe cualquier otro predicador, Jesús era muy claro sobre este punto) porque sólo repite lo que oye del Padre y del Hijo. Jesús explicó antes de esta declaración de cómo funciona el Espíritu Santo: “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar. Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere…” (Juan 16:12-13 RVR 1960). El Padre es Él que concede nuestras peticiones, el Espíritu Santo es solamente el mensajero entre Él y nosotros.
Cualquier experiencia que alguien tiene aquí en esta tierra sucede vía el Espíritu Santo, incluyendo, siendo nacido del Espíritu, viendo a Jesús, hasta aun siendo llevado "en el Espíritu” como el apóstol Juan lo describió en Apocalipsis 1:10 y 4:2. Él es quien da a conocer todas las cosas del cielo aquí en la tierra.
He utilizado esta analogía muchas veces antes: un padre va a lavar un coche, por lo que dice al hijo que lo lave. El hijo utiliza el agua para lavar el coche. El Padre lo planeó, el Hijo lo hizo, y el agua fue el agente utilizado para hacer la limpieza. Todas las cosas aquí en la tierra que concuerdan con la voluntad de Dios se hacen por el Espíritu Santo, incluyendo la revelación de que Jesús es el Cristo, el nuevo nacimiento, y la comunicación de la tierra al cielo y del cielo a la tierra.
Repasemos lo que dije la semana pasada que Pabló dijo que hay una sola familia en el cielo y en la tierra. Debemos entender, entonces, que es el Espíritu Santo quien está en los dos lugares y está uniendo esta sola familia en los dos reinos.
Es más, Pablo elaboró en la declaración de Juan 16:13 en 1 Corintios 2:9-16 al decir que el Espíritu Santo sólo repite lo que oye. Al expandir esta enseñanza, él empieza por decir que los ojos, los oídos, y la mente de una persona no pueden discernir o saber lo que el Padre nos preparó (es una locura para el hombre natural). Pero el Espíritu sabe lo que se preparó, “porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de (Padre) Dios”; y “…nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido” (RVR 1960).
Ahora mismo el Espíritu Santo está investigando, escudriñando a Dios Padre para saber lo que tiene preparado para usted – este momento, esta hora, esta semana, este año, y más allá.
El Espíritu Santo es un testigo verdadero y fiel del corazón del Padre y del Señor Jesús, la Cabeza del cuerpo. David, alrededor 1.000 A.C., vio la resurrección de Jesús, y Pedro dijo que el Espíritu Santo era también un testigo 'de estas cosas'. Cuando usted siente paz sobre una decisión que toma, esa paz llega a su espíritu, porque el Espíritu Santo está testificando que lo que se decidió es, de hecho, lo que el Padre ha proporcionado para usted. Por esta razón Jesús le llamó el "Espíritu de verdad" en Juan 16:13. No va a mentir sobre lo que oyó en el cielo. No va a cambiar nada de lo que oyó en el cielo.
El Espíritu no cambia nada de lo que oye y pone en el espíritu de usted – la paz, consuelo, gozo, y emoción que su mente no entiende es porque Él ha buscado la provisión del Padre para usted, la encontró, y le dice a usted mediante esa paz que su decisión es exactamente lo que el Padre le ha preparado. ¡Gracia asombrosa!
La perspectiva del cielo sobre esto
Barb y yo habíamos estado adorando por aproximadamente una hora, y entonces ella se fue a la cama, pero yo me quedé un rato. De repente, Jesús estaba allí en la sala conmigo, y dijo, “Quiero enseñarle acerca de la oración”. Durante esta enseñanza aprendí que la mayoría de la oración sorprendentemente se inicia en el corazón de Dios Padre, quien quiere traer Su voluntad a la vida de las personas. Esto no debería ser una sorpresa, porque todos hemos orado el ‘Padre Nuestro’, “Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra” (Mateo 6:10 RVR 1960). Pero en esta visita, de repente me di cuenta que Dios hace esto persona por persona, le trae Su reino a su corazón y por consiguiente hacia fuera en su vida. Hasta ese momento, yo había pensado del Padre Nuestro como una petición para establecer el reino en todas partes de la tierra, en vez de, ‘ven y establece Tu reino en mi corazón y entonces hacia afuera en mi vida y entorno’.
Vi al Padre buscando a alguien que fuera sensible a un deseo Suyo de poner Su voluntad en la vida de alguien, pero necesitaba acceso legal a la vida de esa persona. Un ejemplo sería aquellos que oramos por un paciente en una ambulancia que conduce delante de nosotros con las luces destellando y la sirena a todo volumen. La persona que se transporta o se recoge posiblemente no tenga a nadie que esté orando por ella, y nuestra oración de hecho concede acceso legal al Padre, y puede entrar en la tierra y actuar en su favor en esta situación particular. Dios es tan caballero, y siendo el libre albedrío lo que es, puede ser que Dios haya sido excluido de la vida de esta persona durante décadas - hasta ese momento cuando, debido a Su gran amor por esta persona, Dios ordenó los pasos de usted para estar en ese lugar en aquel momento para poder pedirle a Dios que se involucrara en esta vida alejada de Dios.
Ha habido dos ocasiones en dos visitas separadas en las que el Señor me ha dicho, "El Padre y yo no recibiremos la culpa en aquel último día. Porque el día revelará que estábamos justos y equitativos en todas las cosas, y nadie pondrá la culpa a nuestros pies en aquel día."
La primera vez que dijo esto fue después de esta declaración: "Cuando una persona hace un voto a mí o al Padre, lo tomamos en serio, porque la mayoría de las veces estos votos vienen del corazón, no sólo de la emoción (la carne)". Le pregunté qué quería decir, y me dijo: "Muchas veces una persona dice, 'Iré a cualquier lugar por ti, Señor. Haré todo lo que pidas de mí, Señor', y cosas así. El cielo lo toma en serio porque es de su espíritu, pero entonces, muy a menudo, el pecado y las distracciones entran, y se va en otra dirección en su vida."
Al tomar ese voto, según el Espíritu de verdad, el cielo hizo la preparación para su vida según su voto. Entonces, la persona se va en otra dirección y enfrenta privaciones y algunas veces una gran pérdida, aún después de décadas de hacer las cosas de su propia manera, algunas veces me culpa a mí o al Padre por permitir que pasaran esas cosas. Pero el Padre y Yo no seremos culpados en el último día. Porque el día revelará que estuvimos justos y equitativos en todo, y nadie pondrá la culpa a nuestros pies en ese día. Entonces verán, si no sea primero en esta vida, el error de su caminos”. De modo interesante, Jesús no expresaba ninguna condenación hacia la persona con esta declaración, simplemente era un hecho que su gracia es mucho más grande que nuestros fracasos que aun así decidió morir por nosotros. Y que al final, Él quiere que la bondad del Padre sea revelada a todos.
Como puede ver, el Espíritu de verdad como testigo trabaja de las dos formas, no sólo en buscar al Padre para Su provisión e incluso mostrándonos las cosas proporcionadas para nuestro futuro, pero también en la otra dirección. Según las promesas que hacemos aquí y ahora, el cielo hace preparaciones, y el Espíritu busca las profundidades de nuestro corazón para saber cómo nos hemos preparado para las cosas de Dios en nuestra vida.
Las buenas noticias son que no podemos maniobrar, completamente anticipar, o sorprender al Padre. Él sabía desde el fundamento del mundo que íbamos a quebrantar nuestros promesas y desviar de Su voluntad – no obstante, Él se mostrará fiel a Su plan conforme a los votos de nuestro hombre espiritual, y así al revelarnos nuestro error y pecado, nosotros, con toda la humanidad, caeremos en nuestro rostro y le daremos gloria al Padre por Su gran gracia y misericordia, porque veremos que todo lo hace bien, y finalmente será revelado a todo ser que Él es el único Padre Bueno y Justo sobre todo.
Continuaremos la próxima semana...hasta luego, bendiciones,
John Fenn
www.cwowi.org y envíeme correo electrónico a [email protected]
Relationship between heaven & earth #2
Hola a todos,
Estoy compartiendo acerca de la relación entre el cielo y la tierra para que se anime.
Me gusta oír la perspectiva del Padre y del Señor porque la realidad de renovar la mente es en verdad el proceso en el cual empezamos a pensar como Él y vivir por medio de Su perspectiva sobre las cosas. Esto significa que, al aprender el punto de vista del cielo, ajustamos nuestra forma de pensar como corresponde, y por consiguiente, cuando algo aquí en la tierra nos toma por sorpresa, podemos traer de nuevo a la memoria el punto de vista del cielo.
El Espíritu Santo es un testigo ocular
En el día de Pentecostés registrado en Hechos 2:25-32 (RVR 1960), Pedro dijo que el rey David vio la resurrección de Jesús algunos 1.000 años en el futuro: “... David dice de él… viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo…”, y en Hechos 5:32: “Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo…”.
De esta forma funciona el cielo - el Espíritu Santo es el vínculo entre el cielo y la tierra, y sabe lo que está sucediendo en ambos reinos. La manera en que mostró a David la resurrección de Jesús 1.000 años en el futuro es la misma manera en que le muestra a usted algo acerca de su futuro. Él es un testigo presencial, tanto de los eventos aquí en la tierra como de los eventos en el corazón del Padre, ¡incluso si esos eventos ocurren 1.000 años en el futuro!
Jesús dijo en Juan 16:13 (RVR 1960) acerca del Espíritu Santo: “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir”.
Y por esta razón, no hay oraciones dirigidas al Espíritu Santo en el Nuevo Testamento, (no es bíblico hacerlo, sin importar lo que dice o escribe cualquier otro predicador, Jesús era muy claro sobre este punto) porque sólo repite lo que oye del Padre y del Hijo. Jesús explicó antes de esta declaración de cómo funciona el Espíritu Santo: “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar. Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere…” (Juan 16:12-13 RVR 1960). El Padre es Él que concede nuestras peticiones, el Espíritu Santo es solamente el mensajero entre Él y nosotros.
Cualquier experiencia que alguien tiene aquí en esta tierra sucede vía el Espíritu Santo, incluyendo, siendo nacido del Espíritu, viendo a Jesús, hasta aun siendo llevado "en el Espíritu” como el apóstol Juan lo describió en Apocalipsis 1:10 y 4:2. Él es quien da a conocer todas las cosas del cielo aquí en la tierra.
He utilizado esta analogía muchas veces antes: un padre va a lavar un coche, por lo que dice al hijo que lo lave. El hijo utiliza el agua para lavar el coche. El Padre lo planeó, el Hijo lo hizo, y el agua fue el agente utilizado para hacer la limpieza. Todas las cosas aquí en la tierra que concuerdan con la voluntad de Dios se hacen por el Espíritu Santo, incluyendo la revelación de que Jesús es el Cristo, el nuevo nacimiento, y la comunicación de la tierra al cielo y del cielo a la tierra.
Repasemos lo que dije la semana pasada que Pabló dijo que hay una sola familia en el cielo y en la tierra. Debemos entender, entonces, que es el Espíritu Santo quien está en los dos lugares y está uniendo esta sola familia en los dos reinos.
Es más, Pablo elaboró en la declaración de Juan 16:13 en 1 Corintios 2:9-16 al decir que el Espíritu Santo sólo repite lo que oye. Al expandir esta enseñanza, él empieza por decir que los ojos, los oídos, y la mente de una persona no pueden discernir o saber lo que el Padre nos preparó (es una locura para el hombre natural). Pero el Espíritu sabe lo que se preparó, “porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de (Padre) Dios”; y “…nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido” (RVR 1960).
Ahora mismo el Espíritu Santo está investigando, escudriñando a Dios Padre para saber lo que tiene preparado para usted – este momento, esta hora, esta semana, este año, y más allá.
El Espíritu Santo es un testigo verdadero y fiel del corazón del Padre y del Señor Jesús, la Cabeza del cuerpo. David, alrededor 1.000 A.C., vio la resurrección de Jesús, y Pedro dijo que el Espíritu Santo era también un testigo 'de estas cosas'. Cuando usted siente paz sobre una decisión que toma, esa paz llega a su espíritu, porque el Espíritu Santo está testificando que lo que se decidió es, de hecho, lo que el Padre ha proporcionado para usted. Por esta razón Jesús le llamó el "Espíritu de verdad" en Juan 16:13. No va a mentir sobre lo que oyó en el cielo. No va a cambiar nada de lo que oyó en el cielo.
El Espíritu no cambia nada de lo que oye y pone en el espíritu de usted – la paz, consuelo, gozo, y emoción que su mente no entiende es porque Él ha buscado la provisión del Padre para usted, la encontró, y le dice a usted mediante esa paz que su decisión es exactamente lo que el Padre le ha preparado. ¡Gracia asombrosa!
La perspectiva del cielo sobre esto
Barb y yo habíamos estado adorando por aproximadamente una hora, y entonces ella se fue a la cama, pero yo me quedé un rato. De repente, Jesús estaba allí en la sala conmigo, y dijo, “Quiero enseñarle acerca de la oración”. Durante esta enseñanza aprendí que la mayoría de la oración sorprendentemente se inicia en el corazón de Dios Padre, quien quiere traer Su voluntad a la vida de las personas. Esto no debería ser una sorpresa, porque todos hemos orado el ‘Padre Nuestro’, “Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra” (Mateo 6:10 RVR 1960). Pero en esta visita, de repente me di cuenta que Dios hace esto persona por persona, le trae Su reino a su corazón y por consiguiente hacia fuera en su vida. Hasta ese momento, yo había pensado del Padre Nuestro como una petición para establecer el reino en todas partes de la tierra, en vez de, ‘ven y establece Tu reino en mi corazón y entonces hacia afuera en mi vida y entorno’.
Vi al Padre buscando a alguien que fuera sensible a un deseo Suyo de poner Su voluntad en la vida de alguien, pero necesitaba acceso legal a la vida de esa persona. Un ejemplo sería aquellos que oramos por un paciente en una ambulancia que conduce delante de nosotros con las luces destellando y la sirena a todo volumen. La persona que se transporta o se recoge posiblemente no tenga a nadie que esté orando por ella, y nuestra oración de hecho concede acceso legal al Padre, y puede entrar en la tierra y actuar en su favor en esta situación particular. Dios es tan caballero, y siendo el libre albedrío lo que es, puede ser que Dios haya sido excluido de la vida de esta persona durante décadas - hasta ese momento cuando, debido a Su gran amor por esta persona, Dios ordenó los pasos de usted para estar en ese lugar en aquel momento para poder pedirle a Dios que se involucrara en esta vida alejada de Dios.
Ha habido dos ocasiones en dos visitas separadas en las que el Señor me ha dicho, "El Padre y yo no recibiremos la culpa en aquel último día. Porque el día revelará que estábamos justos y equitativos en todas las cosas, y nadie pondrá la culpa a nuestros pies en aquel día."
La primera vez que dijo esto fue después de esta declaración: "Cuando una persona hace un voto a mí o al Padre, lo tomamos en serio, porque la mayoría de las veces estos votos vienen del corazón, no sólo de la emoción (la carne)". Le pregunté qué quería decir, y me dijo: "Muchas veces una persona dice, 'Iré a cualquier lugar por ti, Señor. Haré todo lo que pidas de mí, Señor', y cosas así. El cielo lo toma en serio porque es de su espíritu, pero entonces, muy a menudo, el pecado y las distracciones entran, y se va en otra dirección en su vida."
Al tomar ese voto, según el Espíritu de verdad, el cielo hizo la preparación para su vida según su voto. Entonces, la persona se va en otra dirección y enfrenta privaciones y algunas veces una gran pérdida, aún después de décadas de hacer las cosas de su propia manera, algunas veces me culpa a mí o al Padre por permitir que pasaran esas cosas. Pero el Padre y Yo no seremos culpados en el último día. Porque el día revelará que estuvimos justos y equitativos en todo, y nadie pondrá la culpa a nuestros pies en ese día. Entonces verán, si no sea primero en esta vida, el error de su caminos”. De modo interesante, Jesús no expresaba ninguna condenación hacia la persona con esta declaración, simplemente era un hecho que su gracia es mucho más grande que nuestros fracasos que aun así decidió morir por nosotros. Y que al final, Él quiere que la bondad del Padre sea revelada a todos.
Como puede ver, el Espíritu de verdad como testigo trabaja de las dos formas, no sólo en buscar al Padre para Su provisión e incluso mostrándonos las cosas proporcionadas para nuestro futuro, pero también en la otra dirección. Según las promesas que hacemos aquí y ahora, el cielo hace preparaciones, y el Espíritu busca las profundidades de nuestro corazón para saber cómo nos hemos preparado para las cosas de Dios en nuestra vida.
Las buenas noticias son que no podemos maniobrar, completamente anticipar, o sorprender al Padre. Él sabía desde el fundamento del mundo que íbamos a quebrantar nuestros promesas y desviar de Su voluntad – no obstante, Él se mostrará fiel a Su plan conforme a los votos de nuestro hombre espiritual, y así al revelarnos nuestro error y pecado, nosotros, con toda la humanidad, caeremos en nuestro rostro y le daremos gloria al Padre por Su gran gracia y misericordia, porque veremos que todo lo hace bien, y finalmente será revelado a todo ser que Él es el único Padre Bueno y Justo sobre todo.
Continuaremos la próxima semana...hasta luego, bendiciones,
John Fenn
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