Our trinity, God's trinity 1 of 2
Nuestra trinidad, la trinidad de Dios 1 de 2
Hola a todos,
Todos queremos fluir mejor con el Señor, para mi, entender la trinidad de Dios y luego la trinidad del hombre, ayuda a entender como Él se comunica y fluye dentro de nosotros.
También provee una imagen en nuestras mentes acerca del fluir del Padre hacia nosotros. Para mí esto ha sido clave para caminar con el Padre y distinguir entre "¿soy yo o es Dios?".
La trinidad de Dios y el hombre - es así de simple
Padre-Espíritu-Hijo
espíritu-alma-cuerpo
Ese es el flujo - el Padre es la fuente de todas las cosas buenas, de Él fluye el Espíritu Santo, al Hijo. Nosotros somos en Su imagen y semejanza, así que fluimos desde nuestro espíritu, hacia nuestra alma, hacia nuestro cuerpo.
Jesús dijo que el Padre es un espíritu en Juan 4:24. Él ‘ES’ un espíritu, pero nos cuesta verlo así porque pensamos que un espíritu es una nube, un vapor, un fantasma. Y en esos términos decimos que "Dios está en todas partes". Eso contribuye a la idea de que Él es una especie de nube o nebulosa en el espacio. Error.
El Padre es visto en todo el Apocalipsis 4 cuando el apóstol es llevado al cielo ante Él. Él es muy sólido, aunque un espíritu.
Él ve al Padre en Su trono con un arco iris sobre él y un claro suelo delante de él. Hay querubines de alas múltiples gritando 'santo, santo, santo' alrededor de Él. Es a Él a quien en 5:7 viene el León de la Tribu de Judá, el que había sido inmolado pero que está vivo para siempre, y 'toma el libro de la mano derecha del que está sentado en el trono' (Cuando estás en el Espíritu puedes ver al Padre, pero en la carne ningún hombre puede verlo y vivir, el cuerpo humano sería destruído ante Su pureza).
En Daniel 7:9-13 se da a Daniel un anticipo de lo que Juan vio en El Apocalipsis. Daniel describe al Anciano de los Días en su trono, con su blanca cabellera ondulada, a quien viene el Hijo del Hombre para recibir un reino que no tendrá fin.
El Padre es un espíritu. Sin embargo, es sólido. Siempre se le ve sentado en un trono. (ver también Exodo 24:7-11, Ezequiel 1) Así que tenemos que renovar la mente al hecho de que aunque es espíritu, Él es sólido, en un trono, y éste se encuentra en algún lugar, un lugar fijo llamado cielo, en ese reino.
¿Cómo es que Dios está en todas partes?
Los versículos que muestran al Padre como la fuente de todas las cosas buenas son demasiado numerosos para detallarlos aquí, pero vale la pena mencionar algunos.
Santiago 1:16-18 nos dice que no nos equivoquemos, todo don bueno y perfecto viene del Padre. Hebreos 12:9 dice “Él es el Padre de los Espíritus”, y Efesios 1 nos dice que el Padre usó el sacrificio de Jesús para adoptarnos a Él, y así sucesivamente. En I Corintios 15:27-28 se nos dice que cuando el Padre haya sometido todas las cosas bajo los pies de Jesús, Jesús lo devolverá todo al Padre para que Él sea todo en todos.
Si el Padre está en Su trono como se ve en Apocalipsis 4, Daniel 7, Ezequiel 1, etc., ¿cómo es que está en todas partes? Estar en un trono lo fija a un solo lugar.
Permíteme preguntarte lo siguiente
Ahora mismo estás físicamente en algún lugar, quizá sentado en casa. Pero si te pido que te detengas y rememores un recuerdo favorito de tu infancia, puedes "ir allí" mentalmente. Has retrocedido en el tiempo, mentalmente. Si te pido que pienses en lo que vas a hacer mañana, puedes anticiparte a tus actividades. Todo eso lo haces mientras estás sentado en casa leyendo esto.
Jesús dijo en Juan 15:26 que el Espíritu Santo "procede" del Padre. El Espíritu Santo fluye del Padre. El Espíritu Santo se relaciona y funciona por lo tanto como el alma del Padre. La mente, la voluntad, el humor. Por Su Espíritu, que funciona como Su mente, Él está en todas partes, lo ve todo, lo sabe todo - todo mientras está sentado en Su trono en el cielo. Él es todo presente, así que mientras está sentado en ese trono, por el Espíritu Santo que funciona como Su alma, El también está viendo el pasado y el futuro.
Por lo tanto, no podemos separar al Padre de Su Espíritu. Padre y Espíritu son uno. De la misma manera, nuestro espíritu y alma son uno. Nadie puede separar nuestro espíritu y nuestra alma.
Hebreos 4:12-13
Hebreos 4:12-13 nos dice que la Persona de la Palabra, no la tinta sobre una página, sino la Palabra viviente, es más cortante que cualquier espada, divide entre alma y espíritu, coyunturas y médula, y escudriña nuestros pensamientos e intenciones del corazón.
Así que aquí en Hebreos 4:12 tenemos el corazón del hombre, que se compone de espíritu y alma. A veces un versículo enfatizará el espíritu, a veces un versículo enfatizará el alma, y a veces un versículo se enfocará tanto en el alma como en el espíritu que forman el corazón del hombre.
Fíjate en la gramática. La primera de cada una identifica la función. El alma y el espíritu, las articulaciones y la médula, los pensamientos y las intenciones del corazón. El alma funciona como articulación entre el espíritu y el cuerpo, es el lugar de los pensamientos. El espíritu se relaciona con la médula, el núcleo de todos nosotros, donde se hace la sangre, y es el lugar de nuestras intenciones.
Esto es lo mismo con Dios. El Padre es un espíritu, la fuente de la vida y las intenciones más profundas. El Espíritu Santo funciona como una unión entre el Padre y el Hijo (cuerpo), y el Espíritu Santo lleva los pensamientos del Padre. Funciona como el alma, que al estar hecha como Dios, funciona como la unión entre nuestro cuerpo y nuestro espíritu. Es como el punto medio de un balancín.
Juan 16:13 nos dice que El Espíritu Santo "No hablará de sí mismo, sino sólo lo que oye". En I Corintios 2:10-11 se nos dice que el Espíritu Santo escudriña el corazón del Padre en busca de lo que Él ha preparado para nosotros. De la misma manera, nuestra alma escudriña nuestro corazón (espíritu) en busca de nuestra intención y propósito más profundos.
El Padre se relaciona con nuestro hombre espiritual, el Espíritu Santo funciona como el alma del Padre, y Jesús es el cuerpo. Hemos sido creados a su imagen, por lo que nuestra trinidad es la misma: fluimos de nuestro espíritu a nuestra alma y a nuestro cuerpo.
Todo esto es bastante desafiante si estas contemplando estas cosas por primera vez. La próxima semana veremos este fluir del Padre por Su Espíritu a Su Hijo - espíritu a alma y alma a cuerpo. Somos creados a Su imagen y semejanza.
Muchos han tenido dificultad en entender al Dios trinitario, para ello no tenemos que mirar más allá de nosotros mismos. Cuando entendemos el flujo de nuestro espíritu a nuestra alma y de ahí a nuestro cuerpo, se hace fácil fluir con el Padre. Hasta entonces, bendiciones,
John Fenn/JM
http://www.cwowi.org y envíame un correo electrónico a [email protected]
Nuestra trinidad, la trinidad de Dios 1 de 2
Hola a todos,
Todos queremos fluir mejor con el Señor, para mi, entender la trinidad de Dios y luego la trinidad del hombre, ayuda a entender como Él se comunica y fluye dentro de nosotros.
También provee una imagen en nuestras mentes acerca del fluir del Padre hacia nosotros. Para mí esto ha sido clave para caminar con el Padre y distinguir entre "¿soy yo o es Dios?".
La trinidad de Dios y el hombre - es así de simple
Padre-Espíritu-Hijo
espíritu-alma-cuerpo
Ese es el flujo - el Padre es la fuente de todas las cosas buenas, de Él fluye el Espíritu Santo, al Hijo. Nosotros somos en Su imagen y semejanza, así que fluimos desde nuestro espíritu, hacia nuestra alma, hacia nuestro cuerpo.
Jesús dijo que el Padre es un espíritu en Juan 4:24. Él ‘ES’ un espíritu, pero nos cuesta verlo así porque pensamos que un espíritu es una nube, un vapor, un fantasma. Y en esos términos decimos que "Dios está en todas partes". Eso contribuye a la idea de que Él es una especie de nube o nebulosa en el espacio. Error.
El Padre es visto en todo el Apocalipsis 4 cuando el apóstol es llevado al cielo ante Él. Él es muy sólido, aunque un espíritu.
Él ve al Padre en Su trono con un arco iris sobre él y un claro suelo delante de él. Hay querubines de alas múltiples gritando 'santo, santo, santo' alrededor de Él. Es a Él a quien en 5:7 viene el León de la Tribu de Judá, el que había sido inmolado pero que está vivo para siempre, y 'toma el libro de la mano derecha del que está sentado en el trono' (Cuando estás en el Espíritu puedes ver al Padre, pero en la carne ningún hombre puede verlo y vivir, el cuerpo humano sería destruído ante Su pureza).
En Daniel 7:9-13 se da a Daniel un anticipo de lo que Juan vio en El Apocalipsis. Daniel describe al Anciano de los Días en su trono, con su blanca cabellera ondulada, a quien viene el Hijo del Hombre para recibir un reino que no tendrá fin.
El Padre es un espíritu. Sin embargo, es sólido. Siempre se le ve sentado en un trono. (ver también Exodo 24:7-11, Ezequiel 1) Así que tenemos que renovar la mente al hecho de que aunque es espíritu, Él es sólido, en un trono, y éste se encuentra en algún lugar, un lugar fijo llamado cielo, en ese reino.
¿Cómo es que Dios está en todas partes?
Los versículos que muestran al Padre como la fuente de todas las cosas buenas son demasiado numerosos para detallarlos aquí, pero vale la pena mencionar algunos.
Santiago 1:16-18 nos dice que no nos equivoquemos, todo don bueno y perfecto viene del Padre. Hebreos 12:9 dice “Él es el Padre de los Espíritus”, y Efesios 1 nos dice que el Padre usó el sacrificio de Jesús para adoptarnos a Él, y así sucesivamente. En I Corintios 15:27-28 se nos dice que cuando el Padre haya sometido todas las cosas bajo los pies de Jesús, Jesús lo devolverá todo al Padre para que Él sea todo en todos.
Si el Padre está en Su trono como se ve en Apocalipsis 4, Daniel 7, Ezequiel 1, etc., ¿cómo es que está en todas partes? Estar en un trono lo fija a un solo lugar.
Permíteme preguntarte lo siguiente
Ahora mismo estás físicamente en algún lugar, quizá sentado en casa. Pero si te pido que te detengas y rememores un recuerdo favorito de tu infancia, puedes "ir allí" mentalmente. Has retrocedido en el tiempo, mentalmente. Si te pido que pienses en lo que vas a hacer mañana, puedes anticiparte a tus actividades. Todo eso lo haces mientras estás sentado en casa leyendo esto.
Jesús dijo en Juan 15:26 que el Espíritu Santo "procede" del Padre. El Espíritu Santo fluye del Padre. El Espíritu Santo se relaciona y funciona por lo tanto como el alma del Padre. La mente, la voluntad, el humor. Por Su Espíritu, que funciona como Su mente, Él está en todas partes, lo ve todo, lo sabe todo - todo mientras está sentado en Su trono en el cielo. Él es todo presente, así que mientras está sentado en ese trono, por el Espíritu Santo que funciona como Su alma, El también está viendo el pasado y el futuro.
Por lo tanto, no podemos separar al Padre de Su Espíritu. Padre y Espíritu son uno. De la misma manera, nuestro espíritu y alma son uno. Nadie puede separar nuestro espíritu y nuestra alma.
Hebreos 4:12-13
Hebreos 4:12-13 nos dice que la Persona de la Palabra, no la tinta sobre una página, sino la Palabra viviente, es más cortante que cualquier espada, divide entre alma y espíritu, coyunturas y médula, y escudriña nuestros pensamientos e intenciones del corazón.
Así que aquí en Hebreos 4:12 tenemos el corazón del hombre, que se compone de espíritu y alma. A veces un versículo enfatizará el espíritu, a veces un versículo enfatizará el alma, y a veces un versículo se enfocará tanto en el alma como en el espíritu que forman el corazón del hombre.
Fíjate en la gramática. La primera de cada una identifica la función. El alma y el espíritu, las articulaciones y la médula, los pensamientos y las intenciones del corazón. El alma funciona como articulación entre el espíritu y el cuerpo, es el lugar de los pensamientos. El espíritu se relaciona con la médula, el núcleo de todos nosotros, donde se hace la sangre, y es el lugar de nuestras intenciones.
Esto es lo mismo con Dios. El Padre es un espíritu, la fuente de la vida y las intenciones más profundas. El Espíritu Santo funciona como una unión entre el Padre y el Hijo (cuerpo), y el Espíritu Santo lleva los pensamientos del Padre. Funciona como el alma, que al estar hecha como Dios, funciona como la unión entre nuestro cuerpo y nuestro espíritu. Es como el punto medio de un balancín.
Juan 16:13 nos dice que El Espíritu Santo "No hablará de sí mismo, sino sólo lo que oye". En I Corintios 2:10-11 se nos dice que el Espíritu Santo escudriña el corazón del Padre en busca de lo que Él ha preparado para nosotros. De la misma manera, nuestra alma escudriña nuestro corazón (espíritu) en busca de nuestra intención y propósito más profundos.
El Padre se relaciona con nuestro hombre espiritual, el Espíritu Santo funciona como el alma del Padre, y Jesús es el cuerpo. Hemos sido creados a su imagen, por lo que nuestra trinidad es la misma: fluimos de nuestro espíritu a nuestra alma y a nuestro cuerpo.
Todo esto es bastante desafiante si estas contemplando estas cosas por primera vez. La próxima semana veremos este fluir del Padre por Su Espíritu a Su Hijo - espíritu a alma y alma a cuerpo. Somos creados a Su imagen y semejanza.
Muchos han tenido dificultad en entender al Dios trinitario, para ello no tenemos que mirar más allá de nosotros mismos. Cuando entendemos el flujo de nuestro espíritu a nuestra alma y de ahí a nuestro cuerpo, se hace fácil fluir con el Padre. Hasta entonces, bendiciones,
John Fenn/JM
http://www.cwowi.org y envíame un correo electrónico a [email protected]