Final thoughts, the Holy Spirit
Pensamientos Finales, El Espíritu Santo
Hola a todos,
Algunas reflexiones finales sobre el Espíritu Santo.
En el día de Pentecostés, Dios salió del templo y entró en las personas.
¿Te imaginas el ajuste que este pueblo judío tuvo que hacer en su comprensión de la idea del gran YO SOY que ahora vivía en ellos?
Durante toda su vida se les había enseñado (correctamente) acerca de la presencia de Dios descendiendo sobre el tabernáculo de Moisés. Cómo el gran YO SOY le había hablado a Moisés cara a cara como un hombre habla con su amigo. (Éxodo 33:11)
Se les había enseñado los sacrificios mediante los cuales podían acercarse a Él, y cómo el Espíritu Santo estaba sobre el profeta, el sacerdote y el rey, pero no sobre cualquier persona.
El evangelio de Juan revela la comprensión de ellos sobre Cristo, quien era preexistente con el Padre, despojándose de todos los derechos, privilegios y poder como Hijo de Dios, dejando el cielo para convertirse en el bebé y el hombre, Jesús.
La Palabra de Dios, la Palabra del poder del Padre, esa Palabra que habló a Adán, a Abraham, a Moisés y a todos los profetas, se hizo ser humano y vivió entre ellos. (Juan 1: 14)
Entonces entendieron
Cuando Jesús ascendió al cielo necesitaba administrar Su voluntad. El Espíritu del Padre es el medio por el cual Él lo hace. Ahora ya ascendido, ya no está confinado a un lugar y tiempo como lo estaba cuando vivió en la carne en los evangelios. Él puede estar instantáneamente en cualquier lugar, en Su cuerpo glorificado. Por el Espíritu del Padre, Jesús lo sabe todo y supervisa Su cuerpo en todo el mundo.
El Espíritu Santo está en el cielo y en nosotros al mismo tiempo. Cuando el Señor trata con nosotros de algo en nuestro corazón, de nuestras emociones, lo hace desde nuestro interior, pero igualmente que en el cielo.
Cuando recibimos paz en nuestro espíritu sobre algo en nuestra vida, es porque en el cielo el Espíritu Santo ha aprendido o escuchado paz del Padre o del Señor sobre nuestra situación. Si tienes paz en tu espíritu es porque también hay paz en el cielo sobre aquello. Al mismo tiempo, sin demoras, comunicación instantánea. La paz en tu espíritu aquí se debe a que el Señor y el Padre dicen 'paz' al respecto.
Mentalidad de templo
Hechos 2:46 nos dice que estaban 'diariamente en el templo y de casa en casa'. ¡Qué tal ajuste para sus vidas! Iban al templo como lo habían hecho durante toda su vida, pero la presencia de Dios ya no estaba allí.
¡Qué conflicto existía en sus mentes! Ahora iban al templo para aprender de los apóstoles acerca de Cristo en ellos, estando allí mismo en los terrenos del templo y dándose cuenta de que el YO SOY que una vez vivió detrás del velo entre los querubines en el Arca del Pacto, ¡ahora vive en ellos! ¡Cómo comprender tal amor!
Pero esos días felices con un pie en el templo y el otro en los hogares fue de corta duración.
Hechos 8:1 nos dice que Saulo de Tarso y otros persiguieron de tal manera a estos nuevos creyentes que: "Todos fueron esparcidos por las regiones de Judea y Samaria, excepto los apóstoles".
El tiempo entre Pentecostés en Hechos 2 y el momento en que cada creyente se mudó de Jerusalén fue de aproximadamente un año, no más de 18 meses. Considera esto, en Hechos 2 tenemos Pentecostés, en Hechos 3 y 4 Pedro y Juan son llevados ante las autoridades. En Hechos 5 Ananías y Safira mueren. En Hechos 6 se designan sirvientes para encargarse de la distribución de alimentos a las viudas. Todo el capítulo 7 se trata de la defensa y muerte de Esteban.
En aproximadamente un año sucedieron todas estas cosas. Con sus vidas en peligro, todos abandonaron la ciudad. He visto estimaciones que fueron 10.000 personas. De repente, se fueron y ya no iban más al templo a diario. Entonces se reunían en los hogares para aprender acerca de Cristo en ellos, el gran YO SOY quien por el Espíritu del Padre, vive en ellos.
Después de que Saulo de Tarso fue salvo y se convirtió en el apóstol Pablo,
La gente empezó a regresar a la ciudad, pero nunca más vemos declaraciones en Hechos acerca de que estaban 'a diario en el templo'. Ya no necesitaban el templo. La realidad de Cristo en ellos se había arraigado por completo. Tuvieron la revelación, realzada por las revelaciones sobre las que Pablo escribió: Cristo en ustedes, teniendo la mente de Cristo para cualquier situación, ser justos en Él, cómo el Espíritu busca en el Padre lo que Él ha preparado para nosotros, y más.
Creo que el Señor permitió ese año entre Pentecostés y cuando huyeron, lo que significó que no tendrían más acceso al templo, para que pudieran adaptarse a las realidades del Nuevo Testamento.
Hoy vemos lo mismo.
Los cristianos han sido criados toda su vida en el sentido de que la iglesia es 'la casa de Dios', y Su presencia es más fuerte allí, más fuerte en los líderes, y para ser bendecidos necesitan ir al edificio para encontrarse con Dios.
Pero luego tienen su propia 'revelación de Pentecostés'. Dios no vive en un edificio. Cristo está en ellos, en sus amigos, en sus vecinos, en sus compañeros de trabajo y familiares, en todos los que creen. ¿Por qué ir al templo? ¿Qué relevancia tiene para un cristiano cuyas prioridades son asegurarse de que su hermano y su hermana sean alimentados, vestidos, visitados y cuidados?
Y aquí está la gran diferencia entre la mentalidad de Cristo en nosotros y la mentalidad de templo: La mentalidad del templo está centrado en que el 'líder está en la cima'. Todo el poder va a la persona que está en la cima. En la mentalidad de 'Cristo en ti', el liderazgo capacita a cada persona para que viva según su propia fe.
Como muchos de ustedes saben, nuestro sitio web ha publicado uno de nuestros pilares claves:
"No es que queramos tener dominio sobre su fe, sino que somos colaboradores de su gozo. Porque por su propia fe están firmes". II Corintios 1:24
El sistema de templos no se centra en el Espíritu Santo dentro de cada persona. Se centra en el Espíritu Santo moviendo a la persona o personas en la cima. En las reuniones en hogares se trata de lo que Cristo está haciendo en cada persona, sin importar su edad, sin importar su estatus socioeconómico, sin importar su pasado.
Las reuniones tratan de capacitar a cada persona a que viva para Cristo,
Se trata de continuar el proceso de discipulado en sus vidas. Las reuniones se tratan de ver al Espíritu Santo, la presencia de Dios, entre nosotros. Cuando Pablo escribió a los Gálatas, preguntó:
"Cuando Dios hace milagros entre ustedes, ¿lo hace por el Espíritu o por el oír la ley (mosaica)?"
Al escribir su primera carta a los Corintios afirma en 14:26:
"¿Cómo es, hermanos, cuando se reúnen cada uno de ustedes tiene un Salmo (adoración), otro una revelación (algo que Dios les ha mostrado personalmente), otro una enseñanza (algo que Dios les ha enseñado), o lenguas e interpretación. Que que todo sea hecho para la edificación mutua."
La pregunta es: "¿El servicio de tu iglesia se parece a lo que describió Pablo?" ¿Son comunes los milagros? ¿Son comunes los dones del Espíritu? ¿Se le permite a cada persona compartir lo que Cristo está haciendo en ellos: Cantos de adoración, revelación, enseñanza, desenvolverse en los dones?
No me refiero a personas que se levantan de sus sillas de ruedas en cada servicio, sino más bien a oraciones contestadas, vistas y escuchadas por un grupo de personas que oraron para que veas esa oración contestada, ese milagro en tu vida. ¿Estás lo suficientemente cerca de la gente para tener esa cercanía, para ver lo que Dios está haciendo, cómo Dios está respondiendo a la vida?
¿Por qué no?
Nuevo tema para la próxima semana, hasta entonces, bendiciones,
John Fenn/DC
http://www.cwowi.org
Me pueden enviar un correo electrónico a [email protected]
Pensamientos Finales, El Espíritu Santo
Hola a todos,
Algunas reflexiones finales sobre el Espíritu Santo.
En el día de Pentecostés, Dios salió del templo y entró en las personas.
¿Te imaginas el ajuste que este pueblo judío tuvo que hacer en su comprensión de la idea del gran YO SOY que ahora vivía en ellos?
Durante toda su vida se les había enseñado (correctamente) acerca de la presencia de Dios descendiendo sobre el tabernáculo de Moisés. Cómo el gran YO SOY le había hablado a Moisés cara a cara como un hombre habla con su amigo. (Éxodo 33:11)
Se les había enseñado los sacrificios mediante los cuales podían acercarse a Él, y cómo el Espíritu Santo estaba sobre el profeta, el sacerdote y el rey, pero no sobre cualquier persona.
El evangelio de Juan revela la comprensión de ellos sobre Cristo, quien era preexistente con el Padre, despojándose de todos los derechos, privilegios y poder como Hijo de Dios, dejando el cielo para convertirse en el bebé y el hombre, Jesús.
La Palabra de Dios, la Palabra del poder del Padre, esa Palabra que habló a Adán, a Abraham, a Moisés y a todos los profetas, se hizo ser humano y vivió entre ellos. (Juan 1: 14)
Entonces entendieron
Cuando Jesús ascendió al cielo necesitaba administrar Su voluntad. El Espíritu del Padre es el medio por el cual Él lo hace. Ahora ya ascendido, ya no está confinado a un lugar y tiempo como lo estaba cuando vivió en la carne en los evangelios. Él puede estar instantáneamente en cualquier lugar, en Su cuerpo glorificado. Por el Espíritu del Padre, Jesús lo sabe todo y supervisa Su cuerpo en todo el mundo.
El Espíritu Santo está en el cielo y en nosotros al mismo tiempo. Cuando el Señor trata con nosotros de algo en nuestro corazón, de nuestras emociones, lo hace desde nuestro interior, pero igualmente que en el cielo.
Cuando recibimos paz en nuestro espíritu sobre algo en nuestra vida, es porque en el cielo el Espíritu Santo ha aprendido o escuchado paz del Padre o del Señor sobre nuestra situación. Si tienes paz en tu espíritu es porque también hay paz en el cielo sobre aquello. Al mismo tiempo, sin demoras, comunicación instantánea. La paz en tu espíritu aquí se debe a que el Señor y el Padre dicen 'paz' al respecto.
Mentalidad de templo
Hechos 2:46 nos dice que estaban 'diariamente en el templo y de casa en casa'. ¡Qué tal ajuste para sus vidas! Iban al templo como lo habían hecho durante toda su vida, pero la presencia de Dios ya no estaba allí.
¡Qué conflicto existía en sus mentes! Ahora iban al templo para aprender de los apóstoles acerca de Cristo en ellos, estando allí mismo en los terrenos del templo y dándose cuenta de que el YO SOY que una vez vivió detrás del velo entre los querubines en el Arca del Pacto, ¡ahora vive en ellos! ¡Cómo comprender tal amor!
Pero esos días felices con un pie en el templo y el otro en los hogares fue de corta duración.
Hechos 8:1 nos dice que Saulo de Tarso y otros persiguieron de tal manera a estos nuevos creyentes que: "Todos fueron esparcidos por las regiones de Judea y Samaria, excepto los apóstoles".
El tiempo entre Pentecostés en Hechos 2 y el momento en que cada creyente se mudó de Jerusalén fue de aproximadamente un año, no más de 18 meses. Considera esto, en Hechos 2 tenemos Pentecostés, en Hechos 3 y 4 Pedro y Juan son llevados ante las autoridades. En Hechos 5 Ananías y Safira mueren. En Hechos 6 se designan sirvientes para encargarse de la distribución de alimentos a las viudas. Todo el capítulo 7 se trata de la defensa y muerte de Esteban.
En aproximadamente un año sucedieron todas estas cosas. Con sus vidas en peligro, todos abandonaron la ciudad. He visto estimaciones que fueron 10.000 personas. De repente, se fueron y ya no iban más al templo a diario. Entonces se reunían en los hogares para aprender acerca de Cristo en ellos, el gran YO SOY quien por el Espíritu del Padre, vive en ellos.
Después de que Saulo de Tarso fue salvo y se convirtió en el apóstol Pablo,
La gente empezó a regresar a la ciudad, pero nunca más vemos declaraciones en Hechos acerca de que estaban 'a diario en el templo'. Ya no necesitaban el templo. La realidad de Cristo en ellos se había arraigado por completo. Tuvieron la revelación, realzada por las revelaciones sobre las que Pablo escribió: Cristo en ustedes, teniendo la mente de Cristo para cualquier situación, ser justos en Él, cómo el Espíritu busca en el Padre lo que Él ha preparado para nosotros, y más.
Creo que el Señor permitió ese año entre Pentecostés y cuando huyeron, lo que significó que no tendrían más acceso al templo, para que pudieran adaptarse a las realidades del Nuevo Testamento.
Hoy vemos lo mismo.
Los cristianos han sido criados toda su vida en el sentido de que la iglesia es 'la casa de Dios', y Su presencia es más fuerte allí, más fuerte en los líderes, y para ser bendecidos necesitan ir al edificio para encontrarse con Dios.
Pero luego tienen su propia 'revelación de Pentecostés'. Dios no vive en un edificio. Cristo está en ellos, en sus amigos, en sus vecinos, en sus compañeros de trabajo y familiares, en todos los que creen. ¿Por qué ir al templo? ¿Qué relevancia tiene para un cristiano cuyas prioridades son asegurarse de que su hermano y su hermana sean alimentados, vestidos, visitados y cuidados?
Y aquí está la gran diferencia entre la mentalidad de Cristo en nosotros y la mentalidad de templo: La mentalidad del templo está centrado en que el 'líder está en la cima'. Todo el poder va a la persona que está en la cima. En la mentalidad de 'Cristo en ti', el liderazgo capacita a cada persona para que viva según su propia fe.
Como muchos de ustedes saben, nuestro sitio web ha publicado uno de nuestros pilares claves:
"No es que queramos tener dominio sobre su fe, sino que somos colaboradores de su gozo. Porque por su propia fe están firmes". II Corintios 1:24
El sistema de templos no se centra en el Espíritu Santo dentro de cada persona. Se centra en el Espíritu Santo moviendo a la persona o personas en la cima. En las reuniones en hogares se trata de lo que Cristo está haciendo en cada persona, sin importar su edad, sin importar su estatus socioeconómico, sin importar su pasado.
Las reuniones tratan de capacitar a cada persona a que viva para Cristo,
Se trata de continuar el proceso de discipulado en sus vidas. Las reuniones se tratan de ver al Espíritu Santo, la presencia de Dios, entre nosotros. Cuando Pablo escribió a los Gálatas, preguntó:
"Cuando Dios hace milagros entre ustedes, ¿lo hace por el Espíritu o por el oír la ley (mosaica)?"
Al escribir su primera carta a los Corintios afirma en 14:26:
"¿Cómo es, hermanos, cuando se reúnen cada uno de ustedes tiene un Salmo (adoración), otro una revelación (algo que Dios les ha mostrado personalmente), otro una enseñanza (algo que Dios les ha enseñado), o lenguas e interpretación. Que que todo sea hecho para la edificación mutua."
La pregunta es: "¿El servicio de tu iglesia se parece a lo que describió Pablo?" ¿Son comunes los milagros? ¿Son comunes los dones del Espíritu? ¿Se le permite a cada persona compartir lo que Cristo está haciendo en ellos: Cantos de adoración, revelación, enseñanza, desenvolverse en los dones?
No me refiero a personas que se levantan de sus sillas de ruedas en cada servicio, sino más bien a oraciones contestadas, vistas y escuchadas por un grupo de personas que oraron para que veas esa oración contestada, ese milagro en tu vida. ¿Estás lo suficientemente cerca de la gente para tener esa cercanía, para ver lo que Dios está haciendo, cómo Dios está respondiendo a la vida?
¿Por qué no?
Nuevo tema para la próxima semana, hasta entonces, bendiciones,
John Fenn/DC
http://www.cwowi.org
Me pueden enviar un correo electrónico a [email protected]