Loving one's spirit or soul, but not their body 1/3
Amando el espíritu o el alma, pero no el cuerpo 1/3
Hola a todos,
“Jesús, amante de mi alma” y “Jesús mi mejor amigo” son letras de la canción de Hillsong de 1993: Jesús, amante de mi alma. ¿Has considerado alguna vez que si Jesús es el amante de nuestra alma, nosotros podemos amar las almas de otros al mismo tiempo que mantenemos todo lo demás puro y en Cristo? Sin embargo, cualquier cosa que es puramente de Dios también puede ser pervertida.
Si sacas “amante de mi alma” del ámbito espiritual para hablar de un jefe y su secretaria, o una joven hablando de su amigo varón en la universidad, o un pastor y una mujer líder de adoración, tienes los ingredientes para el desamor.
La gente no se da cuenta que se puede amar el espíritu o el alma de alguien, y seguir siendo amigos solamente.
Sentirse atraído por el espíritu o alma de la otra persona no es necesariamente equivalente a que Dios respalda una relación o matrimonio. Ni tampoco necesariamente que Dios está guiando para tomar el 'siguiente paso' en una relación. La mayoría de las veces, dos personas se hacen amigos porque aman en espíritu y/o en alma, y nunca llega a ser algo fisico. Son sólo amigos. Como dos hombres que se hicieron amigos de niños y siguen siendo amigos de adultos. Como dos chicas que siguen siendo amigas cuando llegan a ser mujeres. O un chico y una chica que son amigos de niños y siguen siéndolo de adultos, siendo la amistad el límite de su relación.
En contraste, nuestra cultura está llena de personas que equiparan el amar el espíritu o el alma de alguien con meterse en la cama para convertirlo en una relación física. En la película de 1999 “Novia en fuga”, Maggie le pregunta a Ike: “¿Hay una persona 'adecuada' para todos?”. Él responde: “No, pero creo que la atracción se semeja con lo correcto”.
Se piensa que porque la atracción existe, debe ser lo correcto.
Incluso cuando una persona está casada, justifica su aventura. La atracción hacia otro puede convencer a una persona de que la persona con la que está no le conviene. Muy a menudo, experimentan atracción hacia el alma o el espíritu del otro, y se asume que la atracción es correcta y debe convertirse en algo físico.
Pensemos en cosas que nuestra sociedad acepta sin pensárselo dos veces: Las fans que siguen a una banda de rock en su gira de conciertos, equiparando su amor por la música a una expresión que las hace ansiosas por tener contacto físico con los miembros de la banda. Pensemos en el fan de un actor o actriz que automáticamente equipara el amor por sus películas o programas de televisión con el deseo de meterse en la cama con ellos. O el hombre o la mujer cristianos que admiran y son bendecidos por un pastor, un líder de alabanza, un predicador de televisión o un líder juvenil, que equiparan el amor a su ministerio con la dirección de Dios para hacer de ellos una pareja.
Amor de mi alma
“¿Has visto al amor de mi alma?” Cantares 3: 3
“Habiéndonos dado a conocer tu amor en espíritu”. (amor ágape en griego, incondicional) Colosenses 1: 8
“...el Señor ha encontrado un hombre como su propio corazón”. I Samuel 13:14/Hechos 13:22
“Entonces Jonatán hizo un pacto con David porque lo amaba como a si mismo”. I Samuel 18:3
La idea de que puedes amar el espíritu de alguien sin cruzar límite alguno no se enseña muy a menudo. Aprendí esto muy pronto mientras salía con Barb. Mi amiga de décimo curso de alemán, Janny, me dijo que conocía al Dios por la liturgia católica romana. Siendo episcopaliana (anglicana), usábamos la misma liturgia que su iglesia. Vi cómo las oraciones de ella y de su novio y futuro marido eran respondidas una tras otra, y al ver pruebas de la implicación de Dios en sus vidas, di my vida al Señor y Padre.
Siempre he amado su espíritu desde que teníamos 16 años y me habló de Jesús en el décimo curso. Fuimos buenos amigos durante toda la secundaria mientras ella salía con su futuro esposo y yo salía con Barb. En el baile de graduación, yo fui elegido Rey y ella fue elegida Reina. Pero yo amaba su espíritu y solo su espíritu. Ella y su novio nos llevaban a reuniones de oración, a comer pizza y, cuando se casaron, nos invitaban a su casa para rezar, comer y ponernos al día. Nos amábamos mutuamente en espíritu y alma. Nunca cruzamos los límites. La carne nunca entró en la relación. Incluso ahora, más de 50 años después, seguimos siendo amigos.
Pero...
Una joven pareja se conoció en una escuela bíblica, y se sintieron físicamente atraídos el uno por el otro. Ella dijo que le encantaba su corazón para el Señor y su gran visión para el ministerio. Ella amaba su potencial. Ella no estaba enamorada de él tanto como de lo que ella pensaba que él podría llegar a ser (como persona y en el ministerio). Una vez que salió de la escuela bíblica, él no desarrolló un gran ministerio y quería conseguir un trabajo “normal”, establecerse y formar una familia.
Ella se dio cuenta de que lo amaba físicamente y amaba su espíritu, pero realmente no conocía su alma. No conocía sus pensamientos, sus objetivos en la vida, cómo imaginaba el matrimonio y los hijos y la construcción de una vida. Ella se dedicaba a presionarlo para que fuera una persona diferente vista a través de los ojos de la construcción de un gran ministerio en el que ella se destacaría por su canto. Se divorciaron tras 5 años de matrimonio (sin hijos, afortunadamente).
Una pareja se casó 3 semanas después de que él le dijera que Dios le había dicho que ella era su esposa.
Ella respondió que Dios le había dicho que él era su marido. Cada uno había estado casado antes, y cada uno de sus matrimonios terminó trágicamente, por lo que llevaban un montón de “lastre” en su nuevo matrimonio. Se amaban físicamente y amaban su espíritu, pero se casaron antes de poder enamorarse de su alma.
Sus almas llevaban “”lastre”. Barb pasaba horas y horas con ella. Una cosa que la esposa aprendió de sí misma fue lo que le dijo a Barb un día. “Crecí viendo a mi madre tener un hombre tras otro, y ellos siempre la golpeaban. Me doy cuenta de que crecí pensando que así es como un hombre comunica amor a una mujer: dándole bofetadas. Por eso he intentado provocar a mi esposo. Inconscientemente, he intentado lograr que me golpeara, pero es demasiado buen hombre para levantarme un dedo. Pero ahora sé por el Señor y su ejemplo cómo se comunica el amor entre marido y mujer”.
A partir de ese día, su matrimonio dió un giro definitivo, y siguieron casados hasta el desafortunado fallecimiento de ella tras una larga enfermedad. Se amaban en espíritu y en cuerpo, y crecieron en el amor del alma.
Examina tu corazón y date cuenta de que puedes amar el espíritu de una persona, puedes amar el alma de una persona, sin amarla físicamente. Una persona también puede amar a alguien físicamente, sin amar su espíritu o alma.... hablaremos más sobre ésto la próxima semana, hasta entonces, bendiciones,
John Fenn
cwowi.org , envíeme un correo electrónico a [email protected] o [email protected]
JMS
Amando el espíritu o el alma, pero no el cuerpo 1/3
Hola a todos,
“Jesús, amante de mi alma” y “Jesús mi mejor amigo” son letras de la canción de Hillsong de 1993: Jesús, amante de mi alma. ¿Has considerado alguna vez que si Jesús es el amante de nuestra alma, nosotros podemos amar las almas de otros al mismo tiempo que mantenemos todo lo demás puro y en Cristo? Sin embargo, cualquier cosa que es puramente de Dios también puede ser pervertida.
Si sacas “amante de mi alma” del ámbito espiritual para hablar de un jefe y su secretaria, o una joven hablando de su amigo varón en la universidad, o un pastor y una mujer líder de adoración, tienes los ingredientes para el desamor.
La gente no se da cuenta que se puede amar el espíritu o el alma de alguien, y seguir siendo amigos solamente.
Sentirse atraído por el espíritu o alma de la otra persona no es necesariamente equivalente a que Dios respalda una relación o matrimonio. Ni tampoco necesariamente que Dios está guiando para tomar el 'siguiente paso' en una relación. La mayoría de las veces, dos personas se hacen amigos porque aman en espíritu y/o en alma, y nunca llega a ser algo fisico. Son sólo amigos. Como dos hombres que se hicieron amigos de niños y siguen siendo amigos de adultos. Como dos chicas que siguen siendo amigas cuando llegan a ser mujeres. O un chico y una chica que son amigos de niños y siguen siéndolo de adultos, siendo la amistad el límite de su relación.
En contraste, nuestra cultura está llena de personas que equiparan el amar el espíritu o el alma de alguien con meterse en la cama para convertirlo en una relación física. En la película de 1999 “Novia en fuga”, Maggie le pregunta a Ike: “¿Hay una persona 'adecuada' para todos?”. Él responde: “No, pero creo que la atracción se semeja con lo correcto”.
Se piensa que porque la atracción existe, debe ser lo correcto.
Incluso cuando una persona está casada, justifica su aventura. La atracción hacia otro puede convencer a una persona de que la persona con la que está no le conviene. Muy a menudo, experimentan atracción hacia el alma o el espíritu del otro, y se asume que la atracción es correcta y debe convertirse en algo físico.
Pensemos en cosas que nuestra sociedad acepta sin pensárselo dos veces: Las fans que siguen a una banda de rock en su gira de conciertos, equiparando su amor por la música a una expresión que las hace ansiosas por tener contacto físico con los miembros de la banda. Pensemos en el fan de un actor o actriz que automáticamente equipara el amor por sus películas o programas de televisión con el deseo de meterse en la cama con ellos. O el hombre o la mujer cristianos que admiran y son bendecidos por un pastor, un líder de alabanza, un predicador de televisión o un líder juvenil, que equiparan el amor a su ministerio con la dirección de Dios para hacer de ellos una pareja.
Amor de mi alma
“¿Has visto al amor de mi alma?” Cantares 3: 3
“Habiéndonos dado a conocer tu amor en espíritu”. (amor ágape en griego, incondicional) Colosenses 1: 8
“...el Señor ha encontrado un hombre como su propio corazón”. I Samuel 13:14/Hechos 13:22
“Entonces Jonatán hizo un pacto con David porque lo amaba como a si mismo”. I Samuel 18:3
La idea de que puedes amar el espíritu de alguien sin cruzar límite alguno no se enseña muy a menudo. Aprendí esto muy pronto mientras salía con Barb. Mi amiga de décimo curso de alemán, Janny, me dijo que conocía al Dios por la liturgia católica romana. Siendo episcopaliana (anglicana), usábamos la misma liturgia que su iglesia. Vi cómo las oraciones de ella y de su novio y futuro marido eran respondidas una tras otra, y al ver pruebas de la implicación de Dios en sus vidas, di my vida al Señor y Padre.
Siempre he amado su espíritu desde que teníamos 16 años y me habló de Jesús en el décimo curso. Fuimos buenos amigos durante toda la secundaria mientras ella salía con su futuro esposo y yo salía con Barb. En el baile de graduación, yo fui elegido Rey y ella fue elegida Reina. Pero yo amaba su espíritu y solo su espíritu. Ella y su novio nos llevaban a reuniones de oración, a comer pizza y, cuando se casaron, nos invitaban a su casa para rezar, comer y ponernos al día. Nos amábamos mutuamente en espíritu y alma. Nunca cruzamos los límites. La carne nunca entró en la relación. Incluso ahora, más de 50 años después, seguimos siendo amigos.
Pero...
Una joven pareja se conoció en una escuela bíblica, y se sintieron físicamente atraídos el uno por el otro. Ella dijo que le encantaba su corazón para el Señor y su gran visión para el ministerio. Ella amaba su potencial. Ella no estaba enamorada de él tanto como de lo que ella pensaba que él podría llegar a ser (como persona y en el ministerio). Una vez que salió de la escuela bíblica, él no desarrolló un gran ministerio y quería conseguir un trabajo “normal”, establecerse y formar una familia.
Ella se dio cuenta de que lo amaba físicamente y amaba su espíritu, pero realmente no conocía su alma. No conocía sus pensamientos, sus objetivos en la vida, cómo imaginaba el matrimonio y los hijos y la construcción de una vida. Ella se dedicaba a presionarlo para que fuera una persona diferente vista a través de los ojos de la construcción de un gran ministerio en el que ella se destacaría por su canto. Se divorciaron tras 5 años de matrimonio (sin hijos, afortunadamente).
Una pareja se casó 3 semanas después de que él le dijera que Dios le había dicho que ella era su esposa.
Ella respondió que Dios le había dicho que él era su marido. Cada uno había estado casado antes, y cada uno de sus matrimonios terminó trágicamente, por lo que llevaban un montón de “lastre” en su nuevo matrimonio. Se amaban físicamente y amaban su espíritu, pero se casaron antes de poder enamorarse de su alma.
Sus almas llevaban “”lastre”. Barb pasaba horas y horas con ella. Una cosa que la esposa aprendió de sí misma fue lo que le dijo a Barb un día. “Crecí viendo a mi madre tener un hombre tras otro, y ellos siempre la golpeaban. Me doy cuenta de que crecí pensando que así es como un hombre comunica amor a una mujer: dándole bofetadas. Por eso he intentado provocar a mi esposo. Inconscientemente, he intentado lograr que me golpeara, pero es demasiado buen hombre para levantarme un dedo. Pero ahora sé por el Señor y su ejemplo cómo se comunica el amor entre marido y mujer”.
A partir de ese día, su matrimonio dió un giro definitivo, y siguieron casados hasta el desafortunado fallecimiento de ella tras una larga enfermedad. Se amaban en espíritu y en cuerpo, y crecieron en el amor del alma.
Examina tu corazón y date cuenta de que puedes amar el espíritu de una persona, puedes amar el alma de una persona, sin amarla físicamente. Una persona también puede amar a alguien físicamente, sin amar su espíritu o alma.... hablaremos más sobre ésto la próxima semana, hasta entonces, bendiciones,
John Fenn
cwowi.org , envíeme un correo electrónico a [email protected] o [email protected]
JMS