Cómo Jesús sana las emociones #1
Hola a todos,
Podemos nombrar todas las sanidades físicas que hizo Jesús en los evangelios desde abrir de los ojos ciegos hasta hacer caminar a los cojos, ¿pero se puede nombrar una sola sanidad de las heridas emocionales de una persona?
¿Hay algún lugar en los evangelios donde se escribe que Jesús puso su mano sobre alguien y dijo algo así como, 'Sé sanado del dolor emocional causado por la muerte de tu padre cuando tenías 10 años'? ¿Hay cualquier ejemplo en el que leemos que las multitudes se sanaron y los demonios fueron echados fuera que agregue, 'y las emociones se sanaron también'?
No, no lo hay. Millones de creyentes están atrapados en arenas movedizas emocionales, incapaces de avanzar en la vida, incapaces de librarse a sí mismos del dolor emocional y los recuerdos que los arrastran hacia abajo y los hunden en la oscuridad emocional. Esperan la próxima enseñanza que les dará respuestas, al siguiente profeta que imponga las manos para hacer que todo desaparezca, el próximo ministerio de liberación para echar fuera a las sombras del pasado, la siguiente llave que posiblemente abrirá la puerta a la curación de sus heridas emocionales.
Y por lo tanto patalean en el agua espiritual, apenas manteniéndose a flote, a menudo anonadados con la sensación de que algo está mal con ellos, que son bienes dañados, que si sólo pudieran conseguir ser sanados de este trauma pasado, podrían ser todo para lo que han sido llamados a ser en Cristo.
Hay ministerios que ofrecen esperanza, pero mientras muchos ayudan en el proceso, es raro oír hablar de la curación total del 100%, y aquellos que dicen que son 100% curados emocionalmente son generalmente los que están promocionados en el folleto del ministerio, similar a un programa de TV acerca de la pérdida de peso en el que muestran las historias del mayor éxito... ‘Lisa B. perdió 150 libras (68 kilos) y usted también lo puede lograr..."
Millones todavía anhelan aquella llave particular que abra la puerta a su curación, buscan el trocito de conocimiento oculto para curarlos y ponerlos en libertad para que puedan seguir adelante en Dios.
Así que ¿dónde vemos a Jesús curando las emociones de alguien en los evangelios, o dónde vemos la sanidad emocional en Hechos, o dónde la vemos enseñada en las cartas del Nuevo Testamento? ¿Somos simplemente lisiados emocionales en comparación con la iglesia primitiva, o ellos sabían algo que no sabemos, tal vez algo tejido a lo largo de los evangelios y las cartas a tal grado que no era necesario tratarlo como una enseñanza separada?
Y sin embargo la sanación emocional está incluida en la expiación junto con la sanidad física
Un versículo fundamental para la sanidad se encuentra en Isaías 53:4-5 (NVI) que dice así: “Ciertamente él cargó con nuestras enfermedades y soportó nuestros dolores,…sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas fuimos sanados”.
No hay duda de que tanto la sanidad física como la emocional eran parte de la obra de la cruz: Enfermedades. Dolores. Paz. Sin embargo, en los evangelios ¿dónde encontramos a Jesús curando las emociones de alguno? Le aseguro que las cura, y le voy a mostrar dónde y cómo lo hace en los evangelios y cómo usted lo puede recibir, porque de esto se trata esta serie.
El tallo magullado
Otra profecía acerca del Mesías directamente afirma que Él sanará las emociones, compara a una persona que necesita la sanidad emocional con una ‘caña quebrada' y, ‘la mecha (en una linterna) que apenas arde’. Isaías 42:3-4 (NVI) dice, “No acabará de romper la caña quebrada, ni apagará la mecha que apenas arde; no vacilará ni se desanimará hasta implantar la justicia en la tierra…”.
Esto es una imagen poderosa de una persona con heridas emocionales. Todos hemos sostenido una flor o planta joven y le doblamos el tallo, causándole así un moretón. En apariencia, al menos por un tiempo, esa flor, esa hoja, esa planta se ve normal, pero debido a la contusión en el tallo, no será capaz de recibir la plenitud de los nutrientes destinados para ella.
Un hematoma es una herida debajo de la superficie, en este ejemplo, es una herida emocional, pero el cuadro presentado aquí en Isaías es lo mismo que un hematoma, digamos, en el brazo o la pierna. La piel está intacta, al igual que la piel del tallo de la planta. Incluso se puede cubrir el brazo o la pierna magullada con ropa para esconder la lesión.
Sin embargo debajo de la superficie, es feo y duele. Puede persistir de esa manera por semanas. Se protege esa área del hematoma, porque si alguien la golpea accidentalmente o la roza, ¡duele! Y no tiene idea de que acaba de lastimarla aún más. Es lo mismo con las contusiones emocionales presentadas en estos versículos. Una herida emocional se oculta a la vista, está protegida por la persona, y si alguien presiona contra esta lastimadura emocional inadvertidamente, la reacción a proteger y retroceder es fuerte.
Una persona emocionalmente magullada reacciona desproporcionadamente a la situación.
En otras palabras, reaccionan más fuertemente que lo que la situación exige. Un amigo puede reírse de manera relajada de una situación de su niñez, pero la persona emocionalmente dañada, habiendo tenido una experiencia similar en su niñez, puede estallar en cólera y lágrimas hacia el amigo... dejando a la otra persona preguntándose qué fue lo que dijo para justificar tal reacción.
La mecha que apenas arde
Isaías también se refiere a una lámpara de aceite, el aceite representa al Espíritu Santo y la luz apenas se quema. La gente lastimada está tan magullada, tan herida emocionalmente que se siente apenas viva, apenas encendida. Como la persona emocionalmente magullada, (en efecto son una misma), ésta puede ocultar el hecho de su lesión. Puede sonreír y ocuparse de sus actividades, pero interiormente está lastimada, apenas viva, casi no capaz de mantener la luz encendida.
La mecha apenas ardiendo ve a otras 'lámparas de aceite’ que están encendidas vivamente, la luz de Dios está brillando en ellas y todos pueden verla, pero estas personas preguntan por qué ese mismo Espíritu Santo no viene a curarlas, para que su luz pueda arder brillantemente. Sienten que tienen sólo una parte del Espíritu Santo de Dios en sus vidas, y apenas pueden mantener la que tienen. ‘¿Qué está mal conmigo’? se preguntan.
Esta es la condición de alguien que necesita la sanidad emocional, la persona magullada y apenas capaz de mantener su luz brillando. No obstante, su curación fue proporcionada en la Cruz - así que, ¿dónde la vemos? ¿Cómo se sanaron emocionalmente las personas en los evangelios? Y eso es donde empezaremos la próxima semana.
Hasta luego, bendiciones,
John Fenn
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